Camuflaje de rombo o camuflaje de rombo (ang. El camuflaje de rombos, abreviado como rombos, es un tipo de camuflaje aplicado principalmente a los aviones militares alemanes y austrohúngaros en 1916-1918. La esencia de este camuflaje es el uso de cuatro, cinco y hexágonos de diferentes colores, generalmente equiláteros, muy adyacentes entre sí. Inicialmente, los aviones que ya estaban en la línea se pintaban de esta manera, pero como requería mucho tiempo y aumentaba el peso de la máquina, a partir de finales de 1916 se utilizaron lienzos con un patrón de camuflaje apropiado ya impreso. Como curiosidad, las láminas de lona más utilizadas con un ancho de 1.345 metros. El rombo se aplicó tanto al fuselaje como a las alas de los aviones. Vale la pena agregar que este tipo de camuflaje se usó principalmente en el Luftstreitkräfte alemán en el frente occidental, pero también se usó en el frente oriental e italiano por la Fuerza Aérea Austro-Húngara.
mini máscara - incluir máscaras para cabinas de pintura.
Mascarilla Maxi - contienen máscaras para pintar cabinas y plantillas para pintar los distintivos nacionales, tácticos y funcionales (lazos, cruces, estrellas, letras, números, galones, etc.) basados en la calca del modelo, cuyo número de catálogo figura en la establecer el embalaje.
Súper máscara - contienen máscaras para pintar las cabinas y plantillas para pintar las marcas desarrolladas a partir de fotografías y otros materiales de origen, así como dibujos en color del avión en 4 proyecciones que muestran la ubicación de las marcas.
Información adicional: Las máscaras de las cabinas están hechas de lámina negra mate, que contrasta muy bien con el acristalamiento de la cabina, lo que facilita su colocación. El pegamento es tan fuerte que las máscaras no se deforman en superficies redondeadas. Han sido diseñados para minimizar la necesidad de utilizar Maskol. Una nueva idea a escala mundial es la introducción de máscaras para pintar los marcos de las cabinas desde el interior.
Las plantillas de marcado están hechas de papel de aluminio de alta calidad, con un pegamento delicado que no rompe la pintura y, al mismo tiempo, lo suficientemente fuerte como para adherirse con precisión incluso a superficies curvas. La lámina es translúcida y flexible, lo que facilita aún más su aplicación.